Como buen español, aunque esté lejos de casa, me gusta guardar las buenas costumbres. Una de ellas es comer "a la hora de comer", es decir, pasadas las dos y media, cosa que sorprende mucho a los franceses, habituados a comer a las 12. Qué alegría me ha dado encontrar un apoyo compinche perfecto en la radio. Después de una comida relativamente copiosa y con ganas de echar un sueñecito me cruzo con un dial que me regala música de sobremesa a las cuatro de la tarde.
Musica ligera, melódica y tranquila en francés con sabor a cornetto de vainilla en la terraza de un chiringuito, con olor a funda de almohada recién lavada acurrucadito en la cama. Melodías acompasadas que me descubren sonriendo con los ojos cerrados. Voces suaves y agradables que me trasladan a situaciones aún no vividas y que componen la banda sonora de ese momento tan particular. Canciones con personalidad, con una personalidad subjetiva atribuida por nosotros mismos.
Tom Franger - Lady Melody
Coeur de Pirate - Comme des enfants
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